El actor Juan Manuel Bernal asegura que Joaquín Murrieta es una especie de Robin Hood mexicano que forma parte de nuestra historia y cuyo mito da pie a la serie que protagoniza.
Grabada en Durango, La Cabeza de Joaquín Murrieta, está situada a mitad del siglo XIX, en el periodo conocido como la fiebre del oro, cuando México vendió el territorio de La Mesilla a Estados Unidos y ese paso significó una serie de cambios geográficos, políticos y sociales.
“Es curioso que todos sabemos por la escuela que mucho del territorio estadounidense actual fue de México en algún momento, y de ello tenemos la imagen de Santa Anna como un dictador y un vende patrias, pero poco sabemos de manera popular sobre qué pasó con esa gente que vivía ahí.
“Seguro fue un cambio muy importante en sus vidas en todo sentido; no sabían si eran mexicanos todavía, si ya eran estadounidenses, y para los que ya residían también hubo cambios, hubo xenofobia, hubieron ganas de esclavizar, de expropiar, hubo gente sedienta de riqueza y tierras”, declaró el actor Manuel Bernal en entrevista con 24 HORAS.
Joaquín Murrieta fue una especie de Robin Hood mexicano, originalmente minero quien luego de la venta de la zona de La Mesilla, robaba a los ricos para darle a los despojados de su época, eso pronto le dio el nombre de bandido y se ofrecieron recompensas por él.
El personaje murió en medio de una balacera a manos de Harry Love, quien cortó la cabeza del pistolero para que después fuera exhibida en el condado. Sin embargo, 25 años después, su hermana aseguró que esa no era la cabeza de Joaquín, lo cual creó la leyenda de que nunca murió entre las balas.
LA DIVERSIDAD, PARTE FUNDAMENTAL
Por su parte, Alejandro Speitzer, quien interpreta a Joaquin Carrillo, un californiano que busca venganza luego de perder a su familia y sus tierras, contó lo importante que es para él realizar esta producción.
“Joaquin Carrillo no existió o posiblemente sí pero con otro nombre, justamente él es un supuesto de alguna situación que alguien vivió pero que ayuda a imaginar las atrocidades que experimentaron los californianos que eran mexicanos, Joaquín tenía tierras con oro, los rangers lo fueron a amenazar para querer quitarle sus tierras; éste no se deja y lo presionan matando a su familia y quitándole absolutamente todo, por lo que su prioridad es buscar venganza a como dé lugar, aquí hay sangre, disparos, se vuelve hasta emocionante la odisea de venganza”, dijo el actor.
Más allá de que en la actualidad la diversidad racial sea una parte importante y necesaria en las producciones, aquí sirve para acercarse más a la realidad porque no solo fueron estadounidenses y mexicanos, tienen que ver pueblos indígenas de ambos lados y también hubieron orientales en esas zonas durante esos años.
“Me entusiasma que la producción trate de apegarse tanto a la realidad de esa manera, es notorio el corazón y la entrega que tiene detrás la serie”, dijo Emiliano Zurita.
“Yo creo”, dijo Becky Zhu Wu –actriz que interpreta a Adela Cheng–, que “mi personaje tiene dos funciones, porque es parte de la diversidad racial pero también es la voz de las mujeres que fueron maltratadas en la época, representa ese toque de un western actual, el que toma lo mejor de ese género y lo mejor de las narrativas actuales”.
La Cabeza de Joaquín Murrieta es un Western hecho en México el cual se mezcla con elementos del cine de acción; hay muchos disparos, sangre, drama, emociones y se estrenará el 17 de enero a través de Amazon Prime.
Nace una leyenda
El personaje murió en medio de una balacera a manos de Harry Love, quien cortó la cabeza del pistolero para que después fuera exhibida en el condado. Sin embargo, 25 años después, su hermana negó los hechos y con ello nació la leyenda.
Con información de: 24 Horas Nacional
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