La vicepresidenta y expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sufrió ayer un atentado con arma de fuego. Sin embargo, su agresor no pudo accionar el arma y fue detenido.
La agresión fue televisada y se ve cómo le apuntan muy cerca del rostro cuando la funcionaria bajaba de su automóvil para saludar a unas personas que la esperaban frente a su casa en la ciudad de Buenos Aires.
Falla atentado contra Cristina Fernández y es aprehendido
El agresor fue capturado e identificado como Fernando Andres Sabag Montiel, de nacionalidad brasileña, portaba una Bersa .380 con cargador lleno.
Entre acusaciones
La agresión se da en medio de una creciente polarización, donde cientos de militantes se han congregado desde la semana pasada ante el domicilio de Kirchner, de 69 años, acusada de corrupción durante su gobierno (2007-15) y contra quien la Fiscalía solicitó una pena de 12 años de cárcel y la inhabilitación perpetua.
Kirchner, líder de la corriente de centro-izquierda del peronismo en Argentina, está acusada junto a otras doce personas por los delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta agravadas, por supuestamente haber favorecido desde la presidencia al empresario Lázaro Báez con la atribución de licitaciones en la provincia de Santa Cruz (sur), su bastión político.
El ataque a la vicepresidenta fue repudiado por la coalición opositora Juntos por el Cambio, que solicitó una investigación de los hechos, y también por el gabinete de ministros.
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Repudia Presidente el atentado
Al respecto, el presidente argentino, Alberto Fernández, anunció en un mensaje televisivo que hoy será un día feriado nacional “Por la paz Social”.
El mandatario consideró que “es un hecho de una gravedad institucional y humana sin precedentes. El ataque a Cristina Kirchner es el más grave desde que hemos recuperado nuestra democracia”, agregó.
Además, añadió que el atentado merece el más enérgico repudio de toda la sociedad argentina, de todos los sectores políticos y todos los hombres y mujeres de la República, porque estos hechos afectan nuestra democracia.
Estamos obligados a recuperar la convivencia democrática que se ha quebrado por el discurso del odio que se ha esparcido desde diferentes espacios políticos, judiciales y mediáticos, de la sociedad argentina.