La inflación de los energéticos en el país fue de 5.8% en junio, cuando el promedio en la organización fue de 40.7%, de acuerdo con un reporte del comportamiento de precios al consumidor publicado el miércoles.
México, con la menor inflación en energéticos
El otro país con el dato más bajo fue Hungría, con 6.7%. Ambas naciones fueron las que tuvieron tasas de un dígito entre los 38 integrantes del organismo. En el otro extremo, Turquía tuvo la tasa más alta, con 172.4% (y también la inflación general más alta, con 78.6%).
Además, México, Australia, Bélgica, Japón y Países Bajos fueron los países que mostraron una moderación en los precios de los energéticos de mayo para junio. El resto registró aumentos.
La tasa para los energéticos en México contribuyó con 0.6 puntos porcentuales a su inflación general anual en junio.
Por otro lado, la inflación de los precios de los alimentos en México se ubicó en 13.6% y contribuyó con 3.7 puntos porcentuales a la inflación general en el periodo de referencia. El dato fue ligeramente superior al 13.3% promedio de la OCDE.
La inflación general a tasa anual en la OCDE, medida por el índice de precios al consumidor, aumentó a 10.3% en junio en comparación con el 9.7 % en mayo. “Esto representa el mayor aumento de precios desde junio de 1988”, indicó la organización. El indicador en México se ubicó debajo del promedio al ubicarse en 8%.
La OCDE destacó que la inflación general a tasa anual sigue afectada por los precios de los alimentos y la energía, y que aumentó en todos los países excepto en Alemania, Japón y los Países Bajos.
Apuntó que alrededor de un tercio de los países miembros registraron una inflación general de dos dígitos, con la tasa más alta en Turquía, y Japón por otro lado con la tasa más baja, de 2.4%.
Señaló que la inflación de los precios de los alimentos siguió repuntando con fuerza, al alcanzar 13.3% en junio en comparación con la tasa de 12.6 % en mayo, el aumento más fuerte desde julio de 1975.
El martes, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador aseveró que sin los descuentos al IEPS a gasolinas y los estímulos fiscales adicionales a importadores y refinadores, la inflación general se ubicaría 2.6 puntos porcentuales por arriba de la actual, es decir, estaría en 10.7% a tasa anual, y que el salario promedio mensual sería 12% inferior.
Al presentar avances del plan gubernamental para estabilizar precios, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, sostuvo que las medidas han sido exitosas, pues la canasta básica de 24 productos elaborada por Profeco se ha equilibrado, en contraste con la canasta usada para el Índice Nacional de Precios al Consumidor del Inegi.
Aseguró que sin ese paquete y con las alzas de precios, habría disminuido el consumo en los hogares y, como consecuencia, habría caído el volumen de ventas, la recaudación del IVA y el movimiento económico, y que habría subido más la tasa de interés de Banxico, generando aumentos en el costo de la deuda pública, de las hipotecas y de las tarjetas de crédito, así como en el costo de la deuda privada.
Hacienda informó que esa estabilización le ha costado al erario 547 mil millones de pesos, incluidos subsidios a gasolinas y electricidad doméstica, programas de seguridad alimentaria y el congelamiento de cuotas en carreteras.