El mantenimiento de una turbina generó un nuevo corte en el suministro de gas del gigante gasístico ruso Gazprom, quien redujo de 40 a 20 por ciento el abasto del gasoducto Nord Stream, lo que representa un déficit de 33 millones de metros cúbicos diarios.
«La capacidad productiva de la estación de compresión de Portovaya pasará a 33 millones de metros cúbicos el 27 de julio», indicó la empresa.
En junio, Rusia ya había recortado en dos ocasiones el volumen de entregas, alegando que el gasoducto no podía funcionar de manera normal sin una turbina que estaba en reparación en Canadá y no había sido devuelta a Rusia debido a las sanciones impuestas contra Moscú por su invasión de Ucrania.
Para el gobierno alemán, se trata de una decisión «política» y un «pretexto» para presionar a Occidente en el marco del conflicto de Ucrania.
“Según nuestras informaciones, no hay ninguna razón técnica para reducir las entregas”, dijo una portavoz del ministerio alemán de Economía a la AFP.
Nord Stream, con una capacidad de 167 millones de m3 según Gazprom, conecta a Rusia con Alemania por el mar Báltico. Es una infraestructura estratégica para el suministro de gas a Europa, muy dependiente de los recursos energéticos rusos.
Los países occidentales acusan a Moscú de usar su energía como arma en respuesta a las sanciones adoptadas por la invasión.
El Kremlin, en cambio, asegura que las sanciones son el origen de los problemas técnicos que tiene el gasoducto.
Siguen acuerdos de exportación
Paralelamente, el ministro de Infraestructura de Ucrania, Oleksandr Kubrakov, afirmó en una conferencia de prensa que las exportaciones de grano ucraniano podrían reanudarse esta semana.
Con información de 24 Horas Nacional
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