En Inglaterra un joven mató a una querida bisabuela luego de provocar un incendio, que la obligó a saltar fatalmente desde una ventana del piso de arriba.
Peggy Wright, de 83 años, conocida cariñosamente como la ‘Peggy Mitchell de su calle’ en referencia al antiguo personaje de la telenovela ‘Eastenders‘ , resultó gravemente herida en la caída.
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Según reportes de las autoridades locales, informaron que el fuego fue iniciado por el esquizofrénico Mark O’Brien, quien afirmó que le habían gritado y llamado pedófilo.
Sin embargo, cuando fue arrestado en el centro de la ciudad de Birmingham , le dijo a la policía: «Por el amor de Dios, creo que me equivoqué de puerta».
En testimonio del hijo de la Sra. Wright, Andrew France, de 53 años, dijo que tras el incendio tuvo que saltar de la casa con su madre en brazos, ubicada en Lapworth Grove, Balsall Health.
Lo ocurrido fue el pasado 18 de abril de 2021, según escuchó el Tribunal de la Corona de Birmingham.
El Sr. France y la Sra. Wright dijeron que nunca antes se habían encontrado con O’Brien, y aquello que el aseguró que se la había dicho era falso.
Lamentablemente la Sra. Wright murió horas después del incidente a causa de sus heridas después de la caída.
O’Brien fue arrestado más tarde frente a un restaurante de Wagamama en el centro de la ciudad de Birmingham y le dijo a la policía que su cabeza se había «volteado».
Se alegó que, de hecho, había estado gritándose a sí mismo la noche anterior al incendio.
La policía inicialmente acusó a O’Brien de asesinato, intento de asesinato e incendio provocado con la intención de poner en peligro la vida.
Tras las investigaciones al joven se le declaró culpable de homicidio involuntario, debido a la responsabilidad disminuida, el incendio provocado fue imprudente en cuanto a si la vida estaba en peligro y daños corporales graves.
Durante la audiencia el psiquiatra experto Dr. Nicholas Kennedy dijo que O’Brien sufría de esquizofrenia paranoide, algo que hizo que los cargos fueran disminuidos.
Dirigiéndose a los amigos y familiares de la Sra. Wright en la galería pública de la corte, O’Brien se puso de pie y dijo: «Perdón por lo que sucedió». No lo dije en serio.
Las súplicas de O’Brien fueron aceptadas después de la evidencia médica de varios profesionales.
Y deacuerdo con el fiscal, Edmund Vickers, este dijo que el acusado vivía en una casa de ocupación múltiple en Lapworth Grove durante unas tres semanas antes del incendio.
Ese mismo día por la mañana Vickers declaró que el presunto joven le dijo a un vecino que estaba ‘jodido’ alegando que alguien le había estado ‘gritando y gritando toda la noche, llamándolo pedófilo y tonto’.
Pero el Sr. Vickers dijo que el vecino no escuchó «tales gritos», aparte de los gritos provenientes del Sr. O’Brien.
Y en cuanto al incendio argumentó los hechos descritos por la víctima, dijo que Andrew France se encontraba viviendo en la dirección con su madre de 83 años, Peggy Wright.
Ambos se habían ido a la cama. El Sr. France se despertó a la mañana siguiente e inmediatamente vio llamas subiendo las escaleras. Podía oler gasolina. Despertó a su madre al darse cuenta de que no podía salir de la casa bajando las escaleras.
Abrió la ventana de su dormitorio. Las llamas entraban en el dormitorio y ambos fueron atrapados por las llamas que los condujeron a la ventana.
La Sra. Wright pesaba muy poco por lo que él (el Sr. France) la abrazó y, sujetándola, saltó con ella al suelo. Desafortunadamente, aterrizaron pesadamente e inmediatamente se dio cuenta de que ambos sufrieron heridas graves en la caída.
Después de llamar a los socorristas la bisabuela ingresó en el Hospital Queen Elizabeth a las 10:50 am, pero no pudo sobrevivir a sus heridas y murió a las 11:00 pm.
El Sr. Vickers agregó que el Sr. France también sufrió heridas graves y estaría mentalmente «marcado» por la terrible experiencia.
El Tribunal de la Corona de Birmingham escuchó que los problemas de salud mental del joven O’Brien estaban «exacerbados por la dependencia del alcohol y las drogas».
El juez Paul Farrer QC dijo que el acusado «niega la intención de matar o causar daños graves y afirma que creía que la casa estaba vacía».
El Dr. Kennedy le dijo al tribunal que la esquizofrenia paranoide de O’Brien era «resistente al tratamiento», lo que significa que estaba tomando un medicamento antipsicótico llamado clozapina.
Cuando se le preguntó si el acusado podría ser tratado con éxito en prisión, dijo: «Lo permitiría, pero sería mucho menos que ideal».
El Tribunal también escuchó que las personas que dejaron el medicamento podrían deteriorarse y «enfermarse muy rápidamente», lo que «podría pasar desapercibido» en prisión.
En defensa, Andrew Smith dijo que en el momento del delito, O’Brien sufría de un «episodio psicótico abrumador».
Y agregó: «Su enfermedad mental impulsó directamente la comisión de delitos penales».
Argumentó también que O’Brien «no se desvinculó» de su tratamiento médico y que el alcohol solo jugó un «papel mínimo» en sus acciones.
Luego de la exhausta investigación durante meses, el juez Farrer confirmó que dictaría sentencia el próximo miércoles 13 de abril.
Farrer le dijo a O’Brien: «No pierdo de vista el hecho de que quieres saber cuál es la sentencia en este caso, pero he escuchado presentaciones muy detalladas y necesito pensar en ellas porque todos, incluido tú, quieren que lo haga».
«Entiende esto bien me voy a tomar el fin de semana para reflexionar sobre todo lo que he escuchado y se ha presentado».
Por el momento el joven O’Brien se encuentra esperando la sentencia en el Tamarind Centre de Birmingham, una instalación de seguridad media para personas especiales.