La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió ajustar a 5.5% la tasa de interés interbancaria, lo que representa un aumento de 50 puntos base para la última política monetaria del año.
Dicho incremento, se muestra por encima del consenso entre las instituciones bancarias, las cuales, en su mayoría, estimaban un incremento de 25 puntos base.
Aunado a lo anterior, y tal como ha sucedido en las últimas decisiones de política monetaria, el banco central ajustó al alza sus pronósticos de la inflación general y subyacente, principalmente en el corto y mediano plazo, es decir, para 2021 y 2022.
Y es que, mientras el mes pasado proyectaban que la inflación general al cierre del año se ubicaría en 6.8%, su pronóstico cambió a 7.1%. En tanto, la inflación subyacente para el cuarto trimestre de 2021, pasó de 5.5% a 5.6%.
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Asimismo, en el documento del Banxico, también se observan variaciones significativas en las proyecciones de la inflación del siguiente año.
Por ejemplo, para los primeros tres meses de 2022, se espera que la inflación llegue a 6.7%, cuando en la decisión monetaria anterior se estimaban un nivel de 6.3%. Y para la inflación subyacente, se estima que alcanzará 6.2%, por encima del 5.8% esperado en noviembre.
“La Junta de Gobierno evaluó la magnitud y diversidad de los choques que han afectado a la inflación y a los factores que la determinan, el riesgo de que se contamine la formación de precios y los retos por el apretamiento de las condiciones monetarias y financieras globales”, explicó el banco central.
Por ello, y con el objetivo de que la postura de política monetaria se ajuste a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta de 3% hacia finales de 2023, el Banxico, aún encabezado por Alejandro Díaz de León Carrillo, se resolvió ajustar el alza a 50 puntos base en la tasa de referencia.