Con la llegada de la temporada de calor, aumentan los riesgos de ciertas enfermedades asociadas a las altas temperaturas, como la deshidratación, diarreas y fiebres, así como enfermedades del sistema digestivo. La nutrióloga Claudia Briceño advierte que los adultos mayores y los niños son los más vulnerables.
Ante cualquier síntoma e incluso hasta mareos, vista borrosa o que sientan que van a desmayarse o la boca muy seca… hay que tener cuidado y acudir de inmediato al médico”
Claudia Briceño / Nutrióloga
En una entrevista, la especialista destaca la importancia de una adecuada hidratación y el manejo correcto de los alimentos para evitar la proliferación de bacterias y su contaminación por dejarlos expuestos durante largos periodos de tiempo.
“Ante los cambios de temperatura pronosticados actualmente, las enfermedades más comunes pueden incluir deshidratación, diarreas, fiebres, empachos, vómitos, náuseas e intenso dolor estomacal. Especialmente la gastroenteritis, ya que los alimentos tienden a deteriorarse y su consumo puede causar daño”, precisa.
Según un análisis de la Dirección General de Epidemiología del Gobierno Federal, en 2020, los estados con mayor incidencia de enfermedades diarreicas agudas en menores de cinco años fueron Tamaulipas, Yucatán, Quintana Roo y Campeche.
Ante este panorama, Briceño enfatiza que, aunque toda la población está expuesta a enfermarse durante la temporada de calor, se debe prestar más atención a los adultos mayores y niños, asegurándose de que estén siempre bien hidratados y consuman alimentos frescos y cocidos.
Debido a las altas temperaturas se pueden presentar casos de:
Deshidratación
Diarreas
Fiebres
Vómito
Gastroenteritis
Para evitar estos padecimientos se recomienda:
Estar bien hidratados, principalmente niños y adultos mayores.
Consumir alimentos frescos y cocidos
Tomar al menos ocho vasos de agua al día
Evitar el consumo de bebidas azucaradas y alcohólicas
Protegerse del sol y evitar la exposición prolongada en horas de mayor intensidad
Usar protector solar y vestimenta adecuada
La especialista recomienda consumir al menos ocho vasos de agua al día y evitar el consumo de bebidas azucaradas y alcohólicas, que pueden contribuir a la deshidratación. Además, sugiere protegerse del sol, evitar la exposición prolongada en horas de mayor intensidad, usar protector solar y vestimenta adecuada para proteger la piel de quemaduras y daños.
En caso de presentarse algún síntoma mencionado, Briceño subraya la importancia de evitar la automedicación y acudir a los centros de salud para recibir la atención adecuada. “Cualquier síntoma, incluso mareos, vista borrosa o sensación de desmayo, o la boca muy seca con conjuntivas, ojos y mucosas secas, requiere atención médica inmediata”, advierte.