A casi un mes de haber comenzado la novena edición de la Copa del Mundo femenil en Australia y Nueva Zelanda, el torneo organizado por la FIFA cuenta ya con Inglaterra y España como sus últimas selecciones aún en participación, tras el último encuentro de semifinales con victoria inglesa de 3-1.
La clasificación de Inglaterra luego de superar al combinado local de Australia, marcó ya un histórico panorama para las Lionesses, que a pesar de haber sufrido en la planificación de su plantel, ante las lesiones de jugadoras como Leah Williamson, Beth Mead, Fran Kirby y Millie Bright, se las han ingeniado para hacer valer su condición de monarcas europeas, para quedar a noventa minutos de la gloria mundial.
Bajo una relevancia similar, la entrenadora neerlandesa, Sarina Wiegman, ha pasado a la historia tras superar a la selección mejor conocida como las Matildas, para convertirse en la primera que lograr llevar a dos distintas selecciones a un partido para definir a la nueva selección reinante del balompié femenino, como revancha de lo vivido hace cuatro años.
Copa del Mundo femenil
En Francia 2019, ya había logrado acceder a una primera final con el conjunto de Países Bajos, que para esa edición también arribó como campeón del Viejo Continente, y que finalizó con derrota ante Estados Unidos.
Ahora, al frente de otras ‘leonas’, la estratega buscará ganar su tercera final internacional y convertir a Inglaterra en el quinto campeón diferente que ha dejado la rama femenina.
“Estoy muy orgullosa del equipo. Es increíble la forma cómo se ha adaptado en todo momento, antes del torneo, durante el torneo y en este partido.
Cómo salimos adelante y encontramos la manera de ganar. Mañana vamos a prepararnos para España. Queremos ganar la final”, señaló emocionada Wiegman tras el encuentro.
Al destacar principalmente las ganas de buscar la victoria en todos los partidos, Sarina confirma que eso ha generado una expectativa alta de su equipo durante todo el certamen, desde que logró llevarlas al campeonato europeo hace un año.
“Hemos visto que podemos adaptarnos a situaciones en las que nunca habíamos estado y que las jugadoras pueden trasladar muy bien al campo lo que queremos hacer, y eso se consigue con experiencia y mucha inteligencia. Seguimos creciendo y mejorando”.
Ante España, la cita en el Accor Stadium de Australia, representa una oportunidad para ambas naciones de establecerse como una de las nuevas potencias en el futbol femenino, que al menos a nivel de clubes España ha logrado conseguir una ventaja, por lo realizado específicamente con el FC Barcelona, pero una mucha mayor inversión y evolución a nivel de competencia, en la Women’s Super League de la isla británica.