En los municipios no hay una cobertura al 100 por ciento de la recolección de residuos, tampoco todos tienen relleno sanitario, pero, la principal preocupación es que en las comunidades no se realiza el servicio de recolección, problemáticas que contribuyen a un incremento de tiraderos clandestinos, reveló un estudio, parte del proyecto “Uso de la percepción remota para la identificación de tiraderos clandestinos”.
Éste, es el inicio de los trabajos que realizará la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y Energía (Semabicce) con los Ayuntamientos para fortalecer el manejo de los residuos del Estado.
La responsable del proyecto, Misty Hill, explicó que se inició un diagnóstico en los municipios a los que se les solicitó información respecto a las cantidades de desechos que se generan, de qué tipo son, cuál es el equipamiento o infraestructura que se contaba para el servicio de recolección de basura, dentro de estas preguntas se incluyó cuántas comunidades forman parte de los municipios y a cuántas se les hace el servicio de recolección.
De ahí que se encontrara que en las comunidades no se realiza la recolección de desechos. Generalmente, el servicio de recoja de basura se centra en las cabeceras municipales, en comunidades que estén más cerca o con particularidades muy características, es decir, en aquellas en las que se practica el ecoturismo.
“Esta situación propicia que haya tiraderos al aire libre, si dentro de las comunidades donde se realiza el servicio de recolección hay tiraderos clandestinos, imagínese en una población alejada”.
Por ello, el proyecto pretende mapear la localización de los tiraderos clandestinos y por el momento, se ha terminado el trabajo de campo en el municipio de Calkiní.
En el proyecto piloto se utilizan imágenes satelitales con distintos tipos de calidad para poder detectar los tiraderos clandestinos que hay en el estado, y se alimenta con información que envían los Ayuntamientos sobre los basureros al aire libre que hayan detectado.
Con el programa Quantum, QGIS, que es un Sistema de Información Geográfica de software libre y de código abierto para plataformas GNU/Linux, Unix, Mac OS, Microsoft Windows y Android, “se va identificando la firma espectral de los sitios, es decir, es la forma en la que la luz refleja la imagen de un camino, una carretera o zona urbana, por lo que es diferente la forma en la que refleja la luz de un bosque, una selva, o un tiradero clandestino, ello permitirá con más precisión cuántos hay”, explica la bióloga Misty Hill.
Entre los propósitos del proyecto destaca la determinación del número de los vertederos para crear las correctas políticas de manejo de éstos, establecer directrices, crear concienciación y difundir conocimientos, pues “cuando la gente sabe del daño ambiental que ocasiona, piensa las cosas dos veces, antes de hacerlas”.
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