Campeche, Guerrero y Durango fueron las entidades mexicanas que, para mitigar el regazo educativo a partir de la pandemia por el Covid-19, emplearon estrategias de atención focalizada a estudiantes con desempeño bajo.
De acuerdo con la investigación “¿La educación es prioridad para los estados? Acciones para mitigar el impacto de la pandemia”, elaborada por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), 19 entidades “implementaron políticas o programas educativos enfocados en remediar aprendizajes”, entre las que destaca Campeche.
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No obstante, el estado cumplió únicamente con tres de las cinco áreas que el Imco denomina como prioritarias. Es decir, empleo acciones en materia de pérdida de aprendizajes, capacitación docente y adecuación de espacios educativos; sin embargo, careció de programas de apoyo emocional y para minimizar la deserción escolar.
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De manera específica, entre las políticas que el Imco consideró en el apartado de apoyo socioemocional destacan las líneas telefónicas auxiliares especializadas para infantes, atención psicológica gratuita para el estudiantado y plantilla docente, implementación de asignaturas para el bienestar socioemocional y de protocolos de acción que den acceso a especialistas de la salud mental.
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También sinergia con universidades o dependencias gubernamentales, programas de salud en los planteles y mecanismos para identificar factores de riesgo.
En cuanto al abandono escolar, la política educativa campechana carece de protocolos de alerta temprana, estrategias de comunicación con tutores, búsqueda personalizada de estudiantes y tutores para conocer los motivos de la deserción y línea telefónica para facilitar la reintegración a la matrícula.
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