En Campeche, la Danza de los Osos de Nunkiní es una de las actividades culturales más importantes de la región y admiradas por propios y turistas.
Esta maravillosa actividad ha atraído miles de miradas y ha llamado la atención de difusores culturales y programas de televisión.
La Danza de los Osos de Nunkiní será incluida en documental nacional
Para seguir haciendo historia, la Danza de los Osos ha sido incluida en la serie documental “La Vuelta a México en 80 Días”, que convoca a quienes deseen participar, a acudir este 22 de agosto, a partir de las 6 de la tarde, para su grabación.
Pueden participar niños, niñas, jóvenes y público en general con la vestimenta de osos y/o domadores, mestizas, entre otros.
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La locación se ubica en la Calle 20, frente a la Parroquia de San Diego de Alcalá dando al parque principal de Nunkiní.
La fiesta de Carnaval, dedicada al dios Momo, es una de las más arraigadas del pueblo mexicano, y Campeche es el estado con el Carnaval más viejo del país.
En una de sus comunidades, Nunkiní, municipio de Calkiní, al norte del estado, las personas se visten con disfraces de oso hechos con costales, sabucán, piel de venado, reata y cencerros.
Esto ha hecho de su Carnaval uno de los más famosos de la región del Camino Real.
Danza de los Osos, una fiesta carnal
Según el documento Leyendas y Tradiciones de Calkiní, el origen de la Danza de los Osos data de los años 20 del siglo pasado.
El circo de los hermanos Acereto, oriundos de Yucatán, tomó por costumbre llegar a Nunkiní, escapando de las temporadas de lluvia.
En una de sus funciones, el circo presentó en sus pantomimas nada más ni nada menos que a un oso (utilizando el disfraz, de terciopelo negro) con maromas y gruñidos.
Fue tanto el impacto que causó el disfraz de oso a los nunkinienses de aquella época, que al celebrarse el carnaval de aquel tiempo las dos comparsas que existían -una del norte y otra del sur- decidieron sacar por banda un oso con un domador.
A falta de terciopelo para el disfraz, utilizaron costales o pitas para confeccionarlo.
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En la espalda se amarra una piel seca de venado para recibir los golpes del domador, para tapar la cara se utiliza un sabucán y en el cinto se amarra la reata; para el control del domador se ponía un cencerro.
Desde esas fechas hasta 1942, las comparsas tradicionales utilizaron un oso con un domador.
A partir de ese año, a don Tránsito Uc Naal se le ocurrió sacar una osa, diciendo que era la esposa del oso.
Este señor, en aquella ocasión fue el jefe de la comparsa del sur; la comparsa del norte, que comandaba don Ermilo Pat, al día siguiente también sacó a la esposa del oso.
Al año siguiente, al comenzar el carnaval del pueblo, la comparsa del norte sacó dos niños osos pregonando que los ositos nacieron gemelos; entretanto, la comparsa del sur sacó un solo osito.
Desde entonces, los osos empezaron a tener hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, más los primos y parientes, y así se fue incrementando la población de osos del carnaval de Nunkiní.
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