Durante marzo algunos de los alimentos más básicos en las cocinas de los hogares mexicanos registraron un encarecimiento superior al 60%, en comparación con el mismo mes del año pasado
Entre marzo de 2021 y 2022 se pueden observar variaciones al alza en los precios de verduras, frutas, proteínas y abarrotes que se ofertan en la Central de Abasto. Entre las verduras, destaca el caso de la cebolla, que en marzo de 2021 se podía adquirir en 15 pesos, pero en el mismo mes de 2022 se vendió hasta en 25 pesos, equivalente a un aumento de 66.66%, según datos de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de México (Sedeco).
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El aguacate también mostró un incremento interanual de 60.71% al pasar de 56 a 90 pesos, y según los datos de la Sedeco se llegó a comercializar hasta en 120 pesos en los tianguis.
El limón fue otro de los productos que mayor variación mostró al aumentar de 30 a 43 pesos, es decir, 43.33%, y se llegó a vender hasta en 75 pesos en tiendas de autoservicio.
En el caso de abarrotes, el aceite comestible, que es esencial para la elaboración de alimentos, aumentó su precio de 30 a 45 pesos por litro, lo que representó una expansión del 50%.
Ante las constantes alzas en los precios de los alimentos, la señora Lidia, quien es ama de casa y tiene una tienda, se dice preocupada por la situación económica, ya que no obtiene ganancias para mantener su negocio. De mil pesos que obtenía semanalmente hace dos años, la semana pasada sólo juntó 300 pesos.
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Además de la precaria situación de su comercio, reconoce que ha tenido que modificar los hábitos alimenticios de su familia y reducir las porciones, ya que el dinero no le alcanza ante los elevados precios.
“El huevo y el frijol son el alimento del pobre, pero, ¿en cuánto están? Antes uno decía que por lo menos unos frijolitos y un huevito y ahorita creo que ya ni eso. La economía está mal y está atacando a los más pobres”, expresó.
El precio promedio nacional de la tortilla de maíz subió 25% al pasar de 16 a 20 pesos, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados.
En el caso de las proteínas, el kilogramo de bistec de res subió 35 pesos en un año, pasando de 140 a 175 pesos hasta el mes pasado.
En tanto, el huevo, alimento por el cual México sobresale por ser el principal consumidor, se encareció en 33.33%, al pasar de 30 a 40 pesos.
De acuerdo con el reporte mensual del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en marzo la inflación fue de 7.45% anual, la tasa más alta en más de 20 años.
Si es oro, como dicen por ahí
Claudia Almaraz, un ama de casa, refiere que antes consumía constantemente aguacate, ahora solo compra tres al mes.
“Otros años no podía faltar el aguacate, era lo que más me gustaba comer, ahora solo compro dos o tres aguacates. Me da risa cuando lo refieren como el oro verde, porque prácticamente es así, cuando miras el precio es increíble que esté tan caro, en ocasiones el kilo llega a los 100 pesos”, manifiesta.
Ya no puedo hacer agua de limón
Araceli Herrera, contadora y ama de casa, antes hacía casi dos litros de agua de limón para
acompañar las comidas, pero ahora ya no se da el “lujo” de comprarlos.
“Es increíble cómo subió el limón de un día para otro, cuando descansaba me gustaba hacerme agua de limón, ahora ya no compró nada. Cuando compro comida o tacos y me dan limones, de verdad que los guardo bien, no voy a desperdiciar algo que está muy caro”, dice.
Siempre estuvo caro, ahora más
La realidad es que el aceite llega hasta los 50 pesos, comenta Valeria Acosta, una estudiante de gastronomía.
Con información de 24 Horas