La situación en Hopelchén, específicamente en los campos menonitas de Nuevo Progreso, al noreste del municipio, es crítica debido a las intensas lluvias que han afectado la región.
Actualmente, cinco kilómetros del camino de acceso a los campos menonitas están inundados, como resultado de las torrenciales y prolongadas lluvias de la semana pasada, así como las más recientes caídas durante el sábado y domingo.
La preocupación aumenta, ya que si los escurrimientos continúan, los 22 kilómetros totales del camino de terracería podrían inundarse por completo. Incluso, los drenes ubicados en las orillas están llenos y podrían desbordarse en cualquier momento.
En algunas áreas, el nivel del agua ha alcanzado hasta medio metro de altura, dificultando el paso de camionetas. Se informa que una unidad que transportaba jornaleros tuvo que detenerse, y los ocupantes descendieron para evitar que el vehículo quedara atascado. Además, hay tramos con láminas de agua de hasta 40 centímetros de altura, y en algunos lugares, aunque la inundación ha disminuido, las corrientes han afectado los cultivos.
La preocupación principal es que, si las lluvias persisten, la situación empeorará. Zilar Beltrán, quien ha brindado servicios de fletes a los menonitas en la región durante más de 20 años, advierte sobre las posibles consecuencias negativas de las precipitaciones continuas en la zona.
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