We’ve made it #ToBennuAndBack!
Our landing broadcast has ended, but the mission continues. See what’s next for the #OSIRISREx asteroid sample (and why it’s heading to Houston): https://t.co/ceoKN3CBZ0 pic.twitter.com/f36moRLQO6 — NASA (@NASA) September 24, 2023
La mayor muestra de asteroide jamás recogida, y la primera por la NASA, aterrizó el domingo en el desierto estadounidense de Utah al cabo de un vertiginoso descenso a través de la atmósfera terrestre, siete años después del despegue de la sonda Osiris-Rex.
La caída, observada por sensores militares, fue frenada por dos paracaídas.
La muestra, tomada en 2020 del asteroide Bennu, contiene alrededor de 250 gramos de material, según estimaciones de la agencia espacial estadounidense, mucho más que las dos muestras de asteroides anteriores recogidas por misiones japonesas.
Este material va a “ayudar a comprender mejor los tipos de asteroides que podrían amenazar la Tierra” y arrojar luz sobre “el comienzo mismo de la historia del sistema solar”, subrayó el jefe de la agencia espacial, Bill Nelson.
Se trata de la “muestra más grande que hemos recuperado desde las rocas lunares” del programa Apolo, finalizado en 1972, dijo a la AFP la científica de la NASA, Amy Simon antes del aterrizaje.
Aproximadamente cuatro horas antes de la hora prevista de aterrizaje, la sonda Osiris-Rex liberó la cápsula que contenía la muestra, a más de 100.000 kilómetros de la Tierra.
Durante los últimos 13 minutos, esta cápsula atravesó la atmósfera: entró a más de 44.000 km/h y alcanzó una temperatura de 2.700 °C. La sonda siguió su misión hacia otro asteroide.
Los asteroides están compuestos por los materiales originales del sistema solar, que, a diferencia de la Tierra, permanecieron intactos. Contienen “pistas sobre cómo se formó y evolucionó el sistema solar”, explicó Melissa Morris, directora del programa Osiris-Rex de la NASA. “Es la historia de nuestro propio origen”.
Al chocar contra nuestro planeta, “pensamos que los asteroides y los cometas trajeron materia orgánica, potencialmente agua, que ayudó a desarrollar la vida en la Tierra“, dijo Simon.
Los científicos creen que Bennu (de 500 metros de diámetro) es rico en carbono y contiene moléculas de agua encerradas en minerales.
La superficie del asteroide resultó ser menos densa de lo esperado. Comprender mejor su composición podría resultar útil en el futuro.