Garantizan respeto a la comunidad religiosa

Tres largas horas de debate en conocido hotel de la ciudad, tuvo lugar entre líderes religiosos de diferentes denominaciones, excepto Testigos de Jehová, católicos y mormones, organizada por los diputados priistas Ricardo Medina Farfán y Laura Olimpia Baqueiro Ramos, principalmente, contra los diputados morenistas Héctor Malavé Gamboa, integrante de la Comisión de Derechos Humanos en el Congreso del Estado, y Liz Hernández, para exigir detener la iniciativa de ley que fue turnada a dicha Comisión, que busca proteger los derechos de la mujer, planteando adicionar la fracción IV Bis al artículo 5, el artículo 10 Bis y el artículo 10 Ter a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de Campeche.

En ella se plantea que el Estado no tolere ni participe de forma directa o indirecta en la realización de actividades, eventos o concursos de belleza donde se privilegia sexualizar a la mujer, pues, en la realización de eventos como certámenes o concursos de belleza, en donde se imponen y mantienen estereotipos de género que provocan que de forma silenciosa y destructiva se transgreda la dignidad humana de la mujer.

“Por muchísimo tiempo se ha considerado a la mujer como un objeto, como una cosa y en este sentido, pensamos que los concursos de belleza patrocinados por el Gobierno del Estado, para mí, y para la bancada de Morena, representan promover signos y símbolos que promuevan la objetualización, que se considere objeto, no solamente a las mujeres, sino a las personas”, explicó enfáticamente el presidente de la Comisión de los Derechos Humanos en el Congreso.

La fracción IV Bis, que se busca adicionar en el Artículo 5 planeta: “IV Bis. Violencia Simbólica: La que se ejerce a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos que reproduzcan y/o transmitan dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.

En el artículo 10 Bis queda asentada la definición en la iniciativa, que cita: Artículo 10 Bis. Se considera violencia simbólica, la realización de certámenes, concursos y/o cualquier otra forma de competencia que tenga como finalidad promover o evaluar con base en estereotipos sexistas o discriminatorios las características físicas de niñas, adolescentes o mujeres. Se encuentra comprendida en esta definición, los concursos o certámenes de belleza y la elección de reinas, princesas u otras expresiones análogas.

No obstante, la exposición de estos planteamientos causó inquietud ante los líderes religiosos, en especial por el término “violencia simbólica”, el cual consideraron como ambiguo, y exigieron que la iniciativa sea detenida para lo cual condicionaron los votos de sus representados para las próximas elecciones pues, a decir de ellos, vulnera sus derechos de expresarse en contra de la comunidad LGBTTI+, de elegir la forma en la que educan a sus hijos, entre otros temas torales para las diversas denominaciones religiosas, en especial, las agresiones contra su sector, documentado en libros.

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Garantizan respeto a la comunidad religiosa

En respuesta, el representante de la Comisión de Derechos Humanos reconoció la importancia intelectual y educativa de los religiosos y se pronunció en contra de todo tipo de violencia en contra de cualquier persona, incluyendo a los creyentes.

Descartó que la violencia simbólica sea ambigua: “es un concepto científico que ha sido estudiado no solamente los sociólogos, antropólogos, educadores, pedagogos, psicólogos y teólogos”. Puso como ejemplo los símbolos religiosos, así como las representaciones iconográficas a través de las cuales nos comunicamos. Añadió que existen símbolos que existen para dañar a la sociedad o enviar un mensaje equivocado, como los símbolos nazis.

“Desde este gobierno no creemos que sea correcto promover símbolos que cosifiquen u objetualicen a la mujer”, recalcó.

“Como mujer esta ley no me defiende en nada, porque como mujer puedo vestir un pantalón, un bikini, una tanga y eso no me va a definir como mujer, no es violencia para mi, recuerde que en 1960 se comenzó a usar la minifalda…”, dijo por su parte, Gertrudis Vargas, secretaria de la Asociación de la Comunidad Evangélica de Campeche.

Por su parte, Rodrigo Ivan Cortes, presidente del Frente Nacional por la Familia acusó de que se fragua una tiranía en Campeche, aludiendo a Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena en el Senado de la República, también presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado: “habló abiertamente de que el gobierno de Morena de Veracruz, con su gobernador se ha excedido en el poder y utilizado de manera arbitraria leyes ambiguas”.

Por su parte, Malavé Gamboa reconoció ser representante de Morena y de los intereses del partido, sin embargo, aclaró que la iniciativa continúa en discusión en la Comisión de Derechos Humanos del Congreso y que, a pesar de todo, en el Congreso del Estado de Campeche se garantiza el total respeto a los derechos de las Asociaciones Religiosas, así como su libertad de expresión.

Los líderes religiosos propusieron ir a consulta ciudadana como lo ha propuesto el presidente Andrés Manuel López Obrador, incluso retomaron la frase: “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”.

Por su parte, Liz Hernández añadió que para ello se deben tomar en cuenta todas las voces, sí la de los líderes religiosos, pero también las de feministas, comunidad LGBTTI+, y otros grupos para llegar a un consenso.

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