escuela

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció este domingo un nuevo «acto de terror» tras el bombardeo de una escuela en Mariúpol aunque se mostró dispuesto a negociar con Vladimir Putin para poner fin a los ataques de Rusia, que usó otra vez un misil hipersónico.

Los bombardeos, en particular sobre la ciudad portuaria asediada de Mariúpol (sureste), cuyas calles están llenas de cadáveres según los testigos, se producen en un momento de dificultades en las negociaciones, aunque Turquía dijo el domingo que las partes estaban «cerca de un acuerdo».

El mandatario ucraniano dijo estar dispuesto a negociar con su par ruso, Vladimir Putin.

«Estoy listo desde los dos últimos años y creo que sin negociaciones la guerra no se detendrá», dijo Zelenski en una entrevista difundida en la cadena estadounidense CNN.

Antes había denunciado el bombardeo de la escuela de arte de Mariúpol, destruida por los ataques rusos cuando 400 personas, entre ellas mujeres, niños y ancianos, se refugiaban allí, según las autoridades locales.

«Acto de terror»

«El edificio ha sido destruido y la gente todavía está bajo los escombros. Aún se está aclarando el número de muertos», indicó el ayuntamiento. Esta información aún no ha podido ser verificada.

Infligir «algo así a una ciudad pacífica (…) es un acto de terror», dijo Zelenski, denunciando un «crimen de guerra».

El cónsul general de Grecia en Mariúpol, Manolis Androulakis, el último diplomático europeo que quedaba allí, dijo a su regreso a Atenas que la ciudad asediada «pasará a engrosar la lista de ciudades del mundo completamente destruidas por la guerra, como Guernica, Stalingrado, Grozni o Alepo».

En Kiev, un proyectil explotó el domingo a las puertas de un edificio, dejando al menos a cinco heridos, dos de los cuales fueron hospitalizados, dijo el alcalde Vitali Klichkó.

El edificio, de 10 pisos, está muy dañado y todas sus ventanas quedaron destruidas, según periodistas de la AFP en el lugar.

«Mi hermana estaba en el balcón cuando ocurrió, casi muere», contó Anna, de 30 años, que vive en el inmueble.

Por otra parte tres personas resultaron también heridas el domingo en un ataque aéreo en la región occidental de Jitomir, donde los ataques del viernes contra un cuartel habían dejado decenas de muertos.

Sin avances en el frente

Pese a ello, las autoridades ucranianas informaron de cierta calma en el frente este domingo.

«El frente está prácticamente congelado», no ha habido «prácticamente ningún ataque con misiles a las ciudades» y «la aviación rusa prácticamente no está activa», con solo «acciones tácticas» por ambas partes, dijo Oleksiy Arestovich, asesor de la presidencia ucraniana.

El Ministerio de Defensa ruso, que dice no tener como objetivo ningún blanco civil ni zonas residenciales, afirmó haber destruido un depósito de combustible en la región de Mikolaiv (sur) con «misiles de crucero ‘Kalibr’ disparados desde el mar Caspio, así como por misiles balísticos hipersónicos disparados por el sistema aeronáutico ‘Kinjal’ desde el espacio aéreo de Crimea».

Estos misiles pertenecen a una familia de armas «invencibles» de nueva generación, según Vladimir Putin.

Con el uso de este tipo de armas, Rusia «trata de recuperar el impulso» en el conflicto en el que su ejército sufre dificultades, dijo el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, afirmando que estas armas «no cambian el juego».

10 millones de personas huyeron

Mientras tanto, la situación humanitaria sigue empeorando. «La guerra en Ucrania es tan devastadora que 10 millones de personas han huido, ya sea como desplazados dentro del país o como refugiados en el extranjero», dijo el jefe de ACNUR, Filippo Grandi este domingo.

La situación humanitaria en Mariúpol, como en otras ciudades asediadas, es dramática.

Algunas familias contaron que hubo cadáveres tirados en las calles durante días y que pasaron hambre y sed en noches de frío intenso en sótanos con temperaturas bajo cero.

Los bombardeos también dañaron gravemente la planta siderúrgica y metalúrgica de Azovstal en Mariúpol, una ciudad portuaria e industrial crucial para las exportaciones de acero del este del país.

«Una de las plantas metalúrgicas más grandes de Europa está destruida. Las pérdidas económicas para Ucrania son inmensas» dijo la diputada Lesia Vasylenko.

«Desastre humanitario absoluto»

En el norte del país, el alcalde de Chernígov, Vladislav Atroshenko, calificó de «catástrofe humanitaria absoluta» la situación en su ciudad.

«Continúa el fuego de artillería indiscriminado en zonas residenciales, mueren decenas de civiles, niños y mujeres», dijo a la televisión. «No hay electricidad, calefacción ni agua, la infraestructura de la ciudad está completamente destruida».

Los ataques no han cesado en los últimos días en la capital, Kiev, en Mikolaiv y en Járkov, una gran ciudad rusófona en el noroeste, donde han muerto al menos 500 personas desde el inicio de la guerra, según cifras oficiales ucranianas.

El Ministerio de Defensa del Reino Unido dijo que Rusia «no ha logrado obtener el control del espacio aéreo y depende en gran medida de las armas a distancia lanzadas desde la relativa seguridad del espacio aéreo ruso para atacar objetivos en Ucrania».

Según el ejército ucraniano, las tropas rusas han realizado 291 ataques con misiles y 1.403 incursiones aéreas desde que comenzó la invasión el 24 de febrero.

En una intervención en ruso publicada la noche del sábado al domingo, Zelenski afirmó que los cadáveres de los soldados rusos estaban esparcidos en los campos de batalla y no habían sido recogidos.

«Quiero preguntar a los ciudadanos de Rusia, ¿qué les hicieron durante años para que no se percaten de sus pérdidas?», añadió, indicando que, según él, más de 14.000 soldados rusos han muerto desde el inicio de la invasión. Rusia habla de 500 muertos.

Rusia informó el domingo de la muerte del subcomandante de la Flota del Mar Negro rusa, Andréi Palii, en combates cerca de Mariúpol.

Te podría interesar: Cosmonautas rusos arriban a la Estación Espacial Internacional usando los colores de Ucrania

«La indiferencia mata»

En los últimos días, Zelenski multiplicó sus intervenciones por videoconferencia dirigiéndose a parlamentos extranjeros y este domingo lo hizo ante la Knéset, el parlamento israelí.

«Ucrania hizo su elección hace 80 años y tenemos a Justos que escondieron a los judíos. Es hora de que Israel tome una decisión (…) la indiferencia mata», dijo Zelenski, que tiene orígenes judíos.

El embajador de China en Estados Unidos, Qin Gang, calificó el domingo de «desinformación» las afirmaciones de que Pekín podría proporcionar ayuda militar a Moscú, en declaraciones a la CBS.

Australia, por su parte, anunció el domingo un embargo de sus exportaciones a Rusia de alúmina y mineral de aluminio, un material estratégico sobre todo para la industria armamentística.