América García

El servicio de transporte público se ha convertido en un problema serio pues, quienes han tenido las concesiones no han hecho nada por mejorar las condiciones del servicio, señaló el legislador Antonio Jiménez Gutiérrez.

Contundentemente, afirmó: “nos molesta mucho escuchar a los concesionarios estar pidiendo aumentos de tarifas cuando durante todos estos años ni siquiera se han visto muestra de voluntad de autoridades, gobiernos del PRI que han solapado una opacidad tremenda y hay mucha gente que afirma que es una mafia”.

Indicó que el tema toma relevancia pues, “quienes han tenido las concesiones no han hecho absolutamente nada por mejorar las condiciones del servicio público” y sí exigen aumentar los costos del pasaje a la ciudadanía.

“Ahora sí el gobierno tiene que tener la mano fuerte y decir: si no cumples con la concesión, si no cumples con la ley tendrás que tener una responsabilidad y ello pudiera ser que se cancele la concesión”, dijo tajantemente para proponer que se busque a empresarios que, aunque hagan negocio, lo hagan beneficiando a la ciudadanía, “siendo empresarios responsables y no jugando con las necesidades de nuestro pueblo”.

Enfatizó en que el sistema del transporte público en Campeche no está funcionando por tener las unidades en pésimo estado, el maltrato a la ciudadanía, y además, no cumplen con sus horarios de rutas; “los concesionarios del transporte público se han convertido al parecer en una mafia y los gobiernos no han hecho lo pertinente para garantizar a todos los ciudadanos un sistema de transporte que sea eficiente, regular, accesible y de bajo costo”.

 

Cabe destacar que a poco tiempo de que se anunciara que la flota vehicular del transporte público podía ya circular al 100 por ciento en la ciudad, lo cierto es que entre una unidad y otra hay una gran tardanza para brindar el servicio a la gente, asimismo, desde las 8 ó 9 de la noche los conductores suspenden sus labores dejando varada a la ciudadanía, que tiene que recurrir al servicio de taxis para poder trasladarse.

Los taxistas continúan negándose a dar parada a muchas personas, incluso en el Centro Histórico, y otros simplemente han dado el servicio a través de las llamadas telefónicas.