Un gato, un perro, una tortuga, un pez o un pájaro domésticos podrán ser objeto de una custodia alterna. Hasta ahora, la custodia de los animales de compañía en caso de divorcio había «sido objeto de controversia ante los tribunales», lo que motivó esta modificación del código civil español, prosigue el texto.
Esta ley también obliga a los propietarios a «garantizar el bienestar» de sus animales. En caso contrario, o si una persona tiene antecedentes en materia de malos tratos a los animales, la custodia puede ahora ser denegada o retirada por un juez.
Arlo, el cachorrito que se ha vuelto viral por su enorme tamaño
El bienestar del animal también debe ser tenido en cuenta por la justicia en caso de sucesión litigiosa si varios herederos reclaman su custodia.
Varios países europeos ya han modificado su código civil para reconocer el carácter vivo y sensible de los animales, como Francia en 2015, pero también Alemania, Suiza, Austria y Portugal